La meditación es una práctica, un proceso de experimentación que nos permite introducirnos en nuestro interior, y contactar con aspectos de nuestro ser, como del universo, a los cuales no es posible acceder por otros medios.

Podría describirse como estar atentos y ser plenamente conscientes, instante a instante, de nuestros pensamientos, emociones, de nuestro cuerpo y sus movimientos, de todo nuestro entorno.

La meditación nos ayuda a eliminar la excitación mental provocada por los pensamientos y los sentidos. En un mundo donde el estrés y la pluralidad de estímulos es constante, la meditación es un cable a tierra, un tranquilizante. No en vano es una herramienta utilizada por varios caminos espirituales.

Para el budismo, como para el Yoga y otras tradiciones orientales, la meditación es un método para cultivar la mente. Y siendo que el “universo es mental” (principio hermético, sabiduría antigua), sin duda el dominio y control mental es esencial.

En Silencio Serrano propiciamos espacios para esta práctica.

Actualmente funciona un grupo de meditación, el cual parte de las enseñanzas del Buda, siguiendo la Escuela Theravada, la más antigua y de mayor cantidad de adeptos de las escuelas budistas.

 

 

El budismo distingue 2 tipos de meditaciones:

Samatha: meditación de calma, de tranquilidad, así como de concentración

Vipassana: meditación de visión profunda, de observación ecuánime.

La meditación Samatha nos prepara para la Vipassana, es un requisito para su práctica.

Samatha sosiega las aguas del lago, mientras que Vipassana nos permite ver a través de las aguas tranquilas.